jueves, 19 de octubre de 2017

El jardín en la pena.

Por Roberto Carlos Holguin.

... Y ahora que somos jardín,
con la dicha que nos persigue
en el invierno; nos queda 
sólo marchitar.

Ahora que somos esas flores 
que nadie huele, por el hedor
de nuestra hiel.
Ahora que somos los pétalos
que nadie arranca, porque 
el juego del amor
mató a los hombres.
Ahora que somos ese ramo
que nunca se envolvió, porque
el florista murió
en la deuda de febrero.
Ahora que somos el matorral
que no espina, pues ya nadie
degusta de saber lo que es el dolor
en el asombro.
Ahora que somos las flores
que nunca velan el cementerio.

Ahora puedo decirte
que si nunca suelto este tallo,
quiero caer con el otoño
que nos verá dormir
en el sueño frígido.

Ahora somos vida sin propósito,
sin carisma, pero, créeme
que tendremos nuestra melodía,
en el amanecer que nubla los anhelos.

Creo que ya es hora,
el aire nos recuerda que siempre
caeremos.
Asoma tu mirada tras las ramas,
que es hora de que sepas lo que es
tener el estelar de Hamlet.

Qué frágil fui, qué dicha mi sentir;

te veo caer al igual que yo
pero flotas más que la bruma.

Ojalá hubiera paz.

Ojalá caigas sobre mí, al final.