Por Roberto C. Holguin.
Quiero empezar a preguntarte,
¿cuántas veces me he visto tan pretencioso?
Porque repetidas veces me he puesto
a calcular los pasos y los minutos que paso
para simplemente poder tener una.
Una imagen móvil de tus reflejos y sentidos...
Ya no te busco en recovecos de mi memoria
y te busco en lugares y cosas tan mías.
Sí, ya hay algo, y no lo sabemos aún.
Siempre que empiezo, persigo eso y me canso.
Sólo veo siluetas de eso que veo en ti.
Sólo eso, sólo ella. Marginado y apasionado.
Qué maldición para un bohemio.
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